Por
Ing. Juvenal Brenes
Febrero 2025, Santo Domingo, Distrito Nacional
Eduardo Estrella, ingeniero civil de carrera y político de alto vuelo por décadas, se enfrenta hoy al desafío de su carrera al remangarse la camisa nuevamente en el Ministerio de Obras Públicas. Durante su gestión en los años noventa en los Gobiernos de Joaquin Balaguer, supervisó la construcción de cientos de escuelas y la remodelación del Aeropuerto Internacional Gregorio Luperón, logrando importantes ahorros y una ejecución eficiente de los recursos, según recuentan los archivos de la época.
No obstante, algunos críticos sostienen que, si bien su desempeño anterior fue encomiable en un contexto distinto, la actualidad demanda un enfoque renovado y una mayor capacidad de innovación. Resulta legítimo preguntarse si su perfil, mayormente orientado hacia la política de carrera en lugar del ejercicio técnico puro, le permitirá adaptarse a las nuevas exigencias del sector, pues la construcción de los años noventa no es la construcción de hoy.
Este momento representa, por tanto, una oportunidad única para que la experiencia acumulada se combine con una visión moderna capaz de transformar la infraestructura del país. Si logra cumplir con las expectativas, su gestión podría marcar un antes y un después, impulsando el progreso nacional y reconquistando terreno en el ámbito popular de su imagen. No obstante, el reto es considerable y, como servidor público, Estrella asume esta jugada con la posibilidad real de fracasar o triunfar: un auténtico todo o nada.
Con optimismo en lo personal observo esta designación, pues la carrera Politica de Eduardo Estrella se ha forjado precisamente en su destacado desempeño como ministro de la construcción. Sin embargo, esperamos con cautela y realismo a que los resultados obtenidos definan, en última instancia, el legado de su gestión y en consecuencia la de esta Gestion del Pais.