Por
Juvenal Brenes, Marzo 2024
Santo Domingo, Distrito Nacional
Un día, un Mulero me contó sobre caballos que corren sin control. Me dijo que, a veces, es mejor dejarlos correr hasta que se calmen solos, porque intentar detenerlos de golpe puede no funcionar. Esto me recuerda a Yadira y su forma de actuar.
Imagínate que estás en un equipo donde tu trabajo es ayudar a los demás, pero las cosas no siempre van bien porque hay desorden y hacer tu trabajo se vuelve complicado. Así es como muchas personas que trabajan en el gobierno se sienten, intentando hacer lo mejor posible con lo que tienen. Ahora imaginate a Yadira entrando por una puerta a Pelear por algo que muy probablemente no es tu culpa ni accionar.
Yadira confronta mucho problemas que ya todos conocemos, pero confrontar sin parar ni ser opcion viable de solucionarlos, no lleva a ningun camino. Es como quejarse de una hormiga cuando hay un hormiguero entero para solucionar. Quiere cambiar cosas pero se atrinchera peleando sin un plan claro, una propuesta potable ni un discurso que genere eco en gran parte de los Dominicanos.
Estoy convencido que Yadira podría haber sido una gran representante en el Congreso, ayudando a crear leyes justas para todos. Tiene la energía y ganas de justicia que necesitamos, pero en vez de canalizarlas para ayudar a todos desde el Congreso, se quedó atrapada en peleas sin sentido que no llevan a ningun lado.
Aquí es donde una lección de la antigua Grecia, específicamente del estoicismo, nos puede enseñar mucho. Los estoicos, como Marco Aurelio, un emperador romano y filósofo, creían en la importancia de controlar nuestras reacciones frente a las cosas que no podemos cambiar. En sus "Meditaciones", Marco Aurelio escribió: "Tú tienes poder sobre tu mente, no sobre los eventos externos. Date cuenta de esto, y encontrarás fuerza". Esto significa que aunque no podemos controlar todo lo que pasa a nuestro alrededor, sí podemos controlar cómo reaccionamos y cómo actuamos frente a esos eventos.
Si Yadira hubiera aplicado esta enseñanza estoica, quizás habría encontrado una manera más efectiva de lidiar con los problemas. En lugar de pelear sin dirección, podría haber buscado soluciones internas, trabajando con paciencia y determinación para cambiar las cosas desde dentro, usando su energía y pasión en el lugar donde realmente podría hacer una diferencia: el Congreso.
Es una lástima que no haya aprovechado en este ciclo electoral todo su potencial, porque, como nos enseñan los estoicos, la verdadera fuerza viene de nuestro interior y de cómo elegimos enfrentar los desafíos de la vida. En el caso de Yadira, y en nuestra vida diaria, recordar que podemos controlar nuestras acciones y reacciones puede ser la clave para lograr un cambio positivo y duradero. NUNCA SUBESTIMES EL PODER DEL ENFOQUE.
Sigamos el camino,
¡Fuerte la lucha!